Iconografía

lunes, 31 de diciembre de 2007

La mujer deshabitada (entonces)

Negro y color (también)
Llevo días pensando en este año impar y apenas me he dado cuenta. Seguramente porque, de los doce meses, la mitad han sido un duro, pegajoso y oscuro letargo de alquitrán. Hace un año el termómetro marcaba 39, me dolía todo. Y adentro, más. Ahí, el mercurio no lograba ni subir: el pulso quieto, asustado, deshabitada de abrazos y miradas; empachada de desprecios y soberbia. Superó a la entrada del 2006, tan negruzca... Pero todo pasa, dicen y digo. En todo este tiempo he desaparecido varias veces, he exigido casi evaporarme.
Por suerte, aquellos con los que me troncho, los que me riñen con cariño, los que me abrigan porque otros ya no están, los que me dan felicidad sin ni siquiera saberlo, los que he recuperado después de años de andar camino, los nuevos que han aparecido sin avisar, un saco de diminutos seres que me hacen mejor persona cada día (seis más una), la que no me pide palabras ni promesas y la quiero tanto, el escritor maravilloso a quién le gusta lo que escribo, el que me deja canciones en el contestador y siempre me arranca sonrisas, la que come turrón a escondidas, la que me pone de excusa para pedirse un cortado con cruasanes, la que me da latas de atún para mis ensaladas, catálogos de Avon para mis diminutos pies y consejos de tia eterna, el adolescente que me da besos con vergüenza y me llama bicho, la pareja perfecta que inspira mi alegría (les falta el perro, todo llegará), los que animáis mis paseos virtuales cada mañana, la que encontró novio y toca el piano, el que me ha rebautizado como la pititona, que me hace croquetas, que me cuida cada día, que recoge mis lágrimas con rímel...
Todo volverá a ser habitado. Por suerte. Feliz, feliz 2008.

"El cuadro más bello del mundo"

El perro semihundido (hacia 1821), Goya
Lo dijo Antonio Saura, otro de (mis) grandes. Me pregunto qué le pasaría a Goya por la cabeza, por las entrañas, mientras lo pintaba, cuando lo observaba, ya terminado. De vez en cuando vuelvo a él, o él me busca. Es brutal. O, al menos, a mí me lo parece: por lo que se ve, por lo que no y sólo se intuye. ¿Qúe habrá bajo esa arena-agua? ¿Qué late en esa mirada?

domingo, 30 de diciembre de 2007

Hurgar

Nou forats, de Miquel Barceló
Antes de irse a dormir acostumbra a regalar a sus manos una dosis de crema. Cuando se acuerda, sólo entonces. Ayer, mientras el blanco untoso desaparecía entre sus dedos, observó que sus huellas se estaban borrando. "Debe ser de hurgar tanto en el corazón", pensó. Y apagó la luz.

sábado, 29 de diciembre de 2007

Stalin: Flotats y la encarnación del mal

Stalin, de Josep Maria Flotats, en el Teatre Tívoli (Barcelona)
El enfado que duró diez años. Josep Maria Flotats vuelve a Barcelona, a su lengua y a su público para celebrar sus 50 años encima de los escenarios.
1952, Moscú. Stalin: una adaptación del propio Flotats de la novela Une exécution ordinaire, del francés Marc Dugain es, en buena parte, un monólogo del dictador. El director nos presenta a un Stalin enfermo, dos años antes de su muerte, cuando se produjo el llamado escándalo de las batas blancas, generado por los miedos del dictador, quien acusó a los médicos judíos de conspiración contra él y contra el régimen. Un hombre condenado a la soledad, la soledad del que ejerce el poder individual y absoluto. Y una desdichada Olga (extraordinaria Carme Conesa, llena de miradas y silencios reveladores), la uróloga y sanadora que se ve anulada junto al tirano para aliviar sus dolores. Ante ésta, Stalin, que no confía en nadie, ni siquiera en sí mismo, desmenuza reflexiones sobre el ejercicio del poder y el terror, sobre la religión, sobre el culto a la personalidad, sobre los judíos, sobre la derrota del nazismo, sobre los infiernos de la Lubianka y hasta sobre Chaplin.
Pero, más allá de la buena interpretación de los actores y de la impecable escenificación, Stalin es la victoria de la ironía. La constatación que la suma de la distancia de cinco décadas de historia más la inteligencia del montaje da como resultado un exceso de cinismo que permite la sonrisa.
Al final, la clave. Un descubrimiento que nos llega por la revelación de una curiosidad histórica que tiene resonancias de advertencia: el cocinero de Stalin era el abuelo de Vladímir Putin.
La obra invita a interpretar el presente ruso, tan oscuro, tan poco transparente. Todos hemos visto, en este 2007 que se acaba cómo, por saber demasiadas cosas y por intentarlas decir, te envenenan en un restaurante de Londres o asesinan a una periodista en la puerta de su casa. Y no pasa nunca nada.
Entonces y hoy, 50 años después, todavía el terror como arma paralizante. El viaje a qué nos invita Josep Maria Flotats plantea preguntas, cuestiones de respuesta difícil pero que vale la pena hacerse.

viernes, 28 de diciembre de 2007

Nihilismo sexual

Deseo, peligro de Ang Lee (2007)
Se apagan las luces y Ang Lee nos adentra en una recreación casi perfecta de la ocupación japonesa de Shangai previa a la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo una tiene la sensación de estar ante un principio falto de gancho y emoción. Ni la gran música que acompaña toda la cinta salva los primeros compases de este trabajo. Tarda en centrarse y eso le resta puntos. Cuando la protagonista empieza a mantener una tortuosa relación con el general sádico e insensible, es el momento en que Lee empieza a contar lo que realmente quiere contar: nos regala un puñado de escenas absorventes, nos invita a adentrarnos en una dirección artística brillante, en una perfecta ambientación, con miradas y contactos que derriten la pantalla y redimen a la película de la apatía previa.
Historia desgarrada de personajes torturados, un autético drama en el que el amor se cuela, sólo, por las rendijas más escuetas. El sexo, como ya sucedía en Brokeback mountain, aparece agresivo y asfixiante, para tornarse en el vehículo hacia un amor prohibido.
En algunos momentos resulta exhaustivamente descriptiva, sobrepasando lo teatral, con ciertos diálogos aburguesados y banales que pueden llegar a saturar al espectador.
Pero hay que destacar un magnífico empaque actoral, tanto de la maravillosa actriz revelación Tang Wei como de Tony Leung (actor fetiche de Wong Kar-wai) soberbio, impactante, con un gesto tan comedido que llega a perturbar.

jueves, 27 de diciembre de 2007

Y ella respondió: "Ty sám hospodin"

Once, de John Carney (2006)
La búsqueda del triunfo, a modo de sueño en lugar de para enriquecerse. Once, pequeña criatura, "indie" al extremo, pero tan bonita y tan llena de vida que es difícil no dejarse llevar por ella. No estamos ante una obra perfecta -ni falta que hace-. Es necesario participar del juego que nos propone, de su construcción a base de preciosas canciones porque de lo contrario puede incluso resultar plomiza y repetitiva. Tiene el mérito de aunar amor y humor: el heroinómano del principio, la encantadora aspiradora guardiana, la canción del autobús...
Para el recuerdo: la bellísima melodía que la pareja improvisa en la tienda de instrumentos musicales; el plano-secuencia nocturno de Marketa andando por las calles mientas canta con los auriculares puestos o la conversación de ambos en el mirador, enmarcada por la melancólica costa irlandesa.
Y un final de los que te dejan derrumbada, aunque con media sonrisa. Como la vida misma.

domingo, 23 de diciembre de 2007

¡Tengo que llenar la manta...!

Barcelona, iluminada, qué bonita...
Los que más o menos seguís las entradas al blog, habréis comprobado que los fines de semana es cuando más prolífica soy, tal como me dijo una vez mi compañero de fatigas virtuales, qae. Pues hoy es domingo, no he podido publicar nada, no son ni las 12 del mediodía y ya estoy rondando por aquí. No: no es normal. Es casi Navidad, eso sí. Y todavía me faltan por elegir muchos regalos para el "caga tió". Y la manta, mañana por la noche, debe estar repleta. Para más inri, tengo que comprar los regalos que, diríamos, hacen mis yayos, pero como ellos ya son mayores me encargo yo. Todo esto nos lleva a que, durante el hoy soleado y bonito día (porque mañana me niego a que todavía me falte algo, puede ser una locura), tengo que encontrar unos doce regalitos variados, para féminas, para hombres, para una peque llamada Mar y todo ello con el encanto y originalidad que me caracteriza y que todos esperan, para qué nos vamos a engañar. Y que conste que disfruto mucho eligiendo y pensando en la persona a quién va dirigido el regalo, pero este año estoy saturada. A estas alturas ya tendría todo situado en sus bolsas correspondientes, bien ordenadito y listo para que el "tió", mañana por la noche, nos llene la casa de sorpresas a cada frase de la canción: "caga tió, caga turró, del millor o sinó et donaré un cop de bastó".
Fiestas navideñas consumistas. ¿Quién fue el iluso que osó soltar tal perla? Si sobrevivo a la ruta, nos vemos dentro de unas horas...

martes, 18 de diciembre de 2007

Helado de leche merengada

Chirimbolo, fotografía de Francisca Rivera
Ha vuelto a buscar en el hueco, casi enfurecida consigo misma. Pensó que la distancia mantendría el olvido. Pero el eco viene y la traiciona. No avisa. Aquel día hundió la ceniza en el barro pero el viento ha vuelto a esparcirla. Cava agujeros, presurosa, intranquila, quiere incrustar todo dentro. Resulta casi imposible. Afuera el suelo se humedece. Gira y gira y gira: la pared, los pájaros de madrugada, un mármol sucio, la mesa redonda, espejos en el suelo, una calle que se mueve, una colcha que resbala, helado de media hora, un baño en la esquina, el latido, las bocas.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Libertad creativa

Me hubiese encanto ir, pero no he podido. El lugar: el hotel Chic&Basic, en la calle Princesa, en un edificio que fue un colegio. Ahora, por un día, se transforma en una gran pasarela donde se pueden encontrar los últimos diseños de creadores como La Marthe, Comentrigo, Lita y Nus o Escoté. Además, en la recepción del hotel diversos dj para amenizar la maratoniana jornada de compras. La iniciativa Changing Room tiene la intención de celebrarse dos veces al año, una en verano - edición Calor- y otra en invierno -edición Frío. Se agradecen propuestas de este tipo. Dicho de otro modo: la moda más allá de Inditex.

Gracias (muchas)

Mafalda habla
Cuando empecé a escribir este blog no había intención subterránea alguna. Bueno... tal vez, cierta función terapéutica de desahogo: artístico y emocional. Entonces era invierno. Casi, casi primavera. Hoy hace frío, no tanto como entonces, pero todavía se me cala en los huesos. Unos días más que otros. Este diminuto mundo de entradas virtuales ya forma parte de mi vida diaria. Pienso, achispada y luminosa unas veces, negruzca otras, sincera siempre -o eso intento. Y os busco entre los comentarios, a los de siempre, a los que llegáis "linkeando" de blog en blog, por casualidad y decidís quedaros un rato y dejar huella, o no.
Nos hacemos falta, me gustaría pensar, como aquella película. Y no calléis nunca, pero con respeto, eso también...

martes, 11 de diciembre de 2007

No los quisiera de sobrinos...

Las criaturitas de Village of the Damned (1960), de Wolf Rilla
Hoy va de pequeñajos. Tengo debilidad por esta película, la primera vez que la vi fue en la 2, con mi yayo. Era una enana. Luego Carpenter hizo un remake hace una década, pero no es lo mismo, como diría aquel. ¿Sangre e higadillos? No. Más niños diabólicos. Amorales, que sólo piensan en su supervivencia y en cometer su propósito (que permanece secreto), absolutamente expeditivos a la hora de defenderse de posibles amenazas. Es el colmo de la pesadilla de cualquier padre, os lo aseguro. Los invasores son niños, razón por la que todo el mundo muestra cierto decoro para aniquilarlos. Es uno de los aspectos más interesantes de esta versión: los prejuicios humanos son los que impiden (o retrasan) la decisión inicial de eliminar a los críos. Un ambiente enrarecido durante toda la película, con los churumbeles comportándose de modo antinatural, omniscientes y generando miedo con su simple presencia. No precisan ser deformes, verdes o tener tentáculos; basta, simplemente, con un cambio de actitud, una conducta atípica para calificarlos como extraños. He ahí donde radica su enorme y sencilla maestría. Y el repelús.

¿Angelitos?

Esta mañana, una compañera del trabajo nos ha explicado una situación bastante espeluznante. M suele ir en autobús. Primera hora de la mañana, todo el mundo apiñado. Muy cerca de ella -era de las afortunadas que iban sentadas-, un niño de unos seis o siete años con su madre, cargada hasta los dientes y haciendo equilibrios para no rodar en cada giro del autobusero. Y nos lo explica: tres escenas de pelos como escarpias además, seguidas, sin desfallecer, erre que erre el niño raro. Primero, ha empezado a tocarle la pierna, sin ninguna intención de parar, hasta que ella le ha llamado la atención. Después, sigilosamente, el diablillo enano, se ha acercado a nuestra compañera y le decía con voz de ultratumba: "guapa, guapa, guapa...", todo esto con cara de no haber roto un plato y, precisamente por ello, más terrorífico. Tercera y se cierra la función: le soplaba en los dedos de la mano, como queriendo apagar las velas de su pastel de cumpleaños, fingiendo inocencia pero absolutamente consciente.
¿Quién dijo angelitos? ¡Ja!

lunes, 10 de diciembre de 2007

Dicen

Leo en una entrevista a Miguel Delibes, en el Pais.com. "Me cansa pensarme" dice, deslucido, hastiado, achacoso y abandonado a la vida, la que le queda, mucha o poca, por vivir. Me conmueve. Habla de su mujer, Ángeles, como si aun la tuviese con él. Su compañera del alma, que murió en 1974. Lo imagino con el gesto arrugado, quejicoso: "con su sola presencia aligeraba la pesadumbre del vivir". Y sigue: "cuando una persona entra en un uno, se te hace indispensable y cuesta olvidarla".
Y me decía J, hace unas horas, en un mensaje muy suyo, de los que descienden al estómago como un sorbo de whisky peleón: "a menudo la presencia es la sombra de la ausencia, y no al revés, como se suele creer". Qué bonito. Y triste. Pero qué bonito...

sábado, 8 de diciembre de 2007

Welcome to the banana republic

La autovia de Castelldefels a la altura de Gavà Mar
A partir del 1 de enero el Govern limitará a 80 km/h la velocidad en 16 municipios del entorno de Barcelona para reducir la contaminación, entre los que está la ciudad donde vivo: Viladecans.
La nueva norma es una de las 73 propuestas previstas en un Plan de Actuación para la mejora de la calidad del aire que pretende que en el año 2010 se haya reducido un 25% la emisión de dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión para cumplir con los criterios del Protocolo de Kioto. Muy bonito. Pero yo me pregunto, ¿no sería más adecuado que los límites fuesen variables en función de la congestión, como ocurre en otros lugares de Europa, Holanda por poner un ejemplo? Es más, creo que esta medida podría contaminar incluso más: los conductores, cuando lleguen a la primera corona y reduzcan de 120 a 80 kilómetros por hora, bajarán también la marcha, aumentarán las revoluciones, por tanto el consumo y por descontado, la contaminación.
Está claro que esta medida es para fomentar el uso del transporte público. Ejemplo: Viladecans->Barcelona en coche: entre 20 y 30 minutos. Viladecans->Barcelona en transporte público: entre 1 hora y 1 hora y media. Una diferencia demasiado evidente. Hay dos posibles soluciones: mejorar el transporte público o empeorar el transporte privado. Ya sabemos la solución. Eso y recaudar más dinero de las multas, evidentemente. Lo que deberían hacer es poner en marcha el metro del Baix Llobregat, que ya lleva 30 años en proyecto. Vergonzosa hipocresia.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Deberes

Muñequitos lindos del manga Death Note

Ya tenemos tema para la asignatura de multimedia: la historia del manga. Producto de la casualidad, en clase he conocido a Sira: 22 añitos, encantadora, divertida e inteligente hasta decir basta. Trabaja en planetacomic.net y me propuso esta opción. No domino este misterioso mundo, en absoluto, pero seguro que descubro cosas interesantes. Los bichejos y demás seres, me entusiasman. Y aprender lo que no sé, todavía más.
Esto acaba de empezar.
Si nos aceptan la propuesta y nos queda mono y decente, ya colgaré el link del libro electrónico.
De aquí, al paseo de la fama.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Diario pop: aquellas enormes tardes

Jesús Ordovás, multiplicado
Hoy me ha entrado la morriña. Ya hace cinco meses que nos abandonó, el miércoles 1 de agosto, después de 25 años de retransmisión ininterrumpida. Evidentemente, yo me enrolé mucho más tarde, pero la pena es la misma. Y nada ha vuelto a ser lo mismo: las tardes de lunes a viernes, de 17:00 a 18:00, desde entonces, están cubiertas de negro. Snif.
La discográfica independiente Gasoil-Records, ha editado una pequeña antología de los mejores recuerdos musicales de estos años en antena, recogiendo temas inéditos de Esclarecidos, Aviador Dro, Undershakers, Pull, Digital 21, Glitter Klinik, Los Planetas, Loquillo, Cooper, Siniestro Total y Niños Mutantes... Aún recuerdo el último programa, abriendo con Un buen día, de los Planetas.
No podía ser de otra manera, ¿verdad, qae?

Adiós a 40 años de caspa burbujeante

Scorsese vs Hitchcock.

A partir de este año, Freixenet pasará de centrar su anuncio navideño en personajes famosos a que un director de cine de prestigio realice un 'spot' de libre creación. Adiós a las burbujas con mallas doradas, funda en la cabeza y luces mil. En este primer invento, la única pega que le veo es el doblaje en castellano que, irremediablemente, me remite al personaje de Dávila en Hospital Central -el actor Luis Marco-. No tengo nada en contgra de él, pero si podéis entrad en la página de Freixenet y mirad el anuncio en inglés, sobretodo por oir a Scorsese, merece la pena.
Al cineasta le han dado liberad total para rodar lo que quisiera. Las únicas condiciones que le pusieron fue que apareciera una botella de Carta Nevada, que hubiera un brindis y que utilizara en algún momento la palabra reserva -ni más ni menos que en el título es donde la situó. El resto es obra cien por cien de Scorsese.
Sigue siendo marketing puro y duro, el anuncio que veremos mientras nos estemos recuperando del ahogo de las doce uvas, pero al menos nos otorga cierto distanciamiento de la farándula a la que nos tenían acostumbrados desde hace cuarenta años.
Esperemos que esto sólo sea el principio de una productiva relación con cineastas de un calibre similar.