Iconografía

lunes, 25 de junio de 2007

Sicko o toneladas de tiritas

¿Y la libertad de información? ¿Dónde queda? El gobierno de Bush: en su línea. La quiero disfrutar. Ya.

domingo, 17 de junio de 2007

El boca a oreja

Se estrenó hace casi un año. Pero yo no tengo la sexta. Ni tampoco TDT. Ahora mi mula favorita me ha proporcionado la primera temporada completa. Que la veas, bla, bla, bla... Un obligado fin de semana en casa con flemón incluído, me está permitiendo acercarme a este puzle, de momento (llevo siete), lo bastante interesante como para que no le dé compulsivamente al botón de FF. Hoy no tengo ganas de hacer una paráfrasis semiótica sobre la serie. Fijémonos, de momento, en otros elementos más mundanos, como el tatuaje de Michael: mola. Y las voces originales también, como casi siempre. Gracias, Ricky y Patri. Ya no tendré que taparme los ojos cual adolescente delante de vuestra super tele. Todo volverá a la normalidad.

El Dr House, mi clamoxil y el sofá

Hay que ser breve en las cuestiones de suma importancia. Así de simple: quiero un hombre como House. Qué delicadeza masculina. Qué verborrea. He dicho.

lunes, 11 de junio de 2007

Por qué dan miedo si no hacen nada

"Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañána después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto." Frank Kafka.
Radiante, desparramada en alguna esquina sucia, regocijándote en tu poder y en nuestro ridículo más absoluto. No es humano. No pudimos pegar ojo. Tu crujido. Y mi sonrisa.

viernes, 8 de junio de 2007

Para no ser estatua de sal

La hembra ejerce su poder de vampiresa. Y no después del acto sexual; le mata antes. Los cuerpos de la mantis macho y la mantis hembra no se acoplan perfectamente si ésta no arranca la cabeza del macho previamente. Así, él ha de jugar a un juego peligroso: perder la cabeza, pero en el momento preciso, cuando ya se encuentra colocado. Sino, habría muerto para nada, puesto que la cópula no habría tenido lugar. La naturaleza nunca es caprichosa. Puedo asegurar que he conocido, tal vez, al único espécimen masculino que actúa así. Bebe whisky, horchata y no sabe cocinar. Decidió y creyó ser un demiurgo, ser perfecto e inmanente. Huid, si lo encontráis. No miréis atrás. La cabeza será lo mínimo que os arrebatará.

jueves, 7 de junio de 2007

El monigote

Aquellos ratos muertos que una suele pasar navegando por la red. Empiezas buscando una receta de pollo teriyaki y, sin saber cómo ni por qué, acabas topando con este pseudo hijo de Tim Burton. Muy ñoño. Pero encantador.

Como una marciana

Así me he sentido al jugar por primera vez con la Xbox 360 a un juego de carreras de coches. Creo que he acabado con todo el mobiliario urbano. Nada volverá a ser igual después de mi paso por esas carreteras. Seré recordada. ¡Viva el tetris, y pacman y programar en Basic! Creía que aún me faltaban 10 años para mi primera gran crisis...

domingo, 3 de junio de 2007

Una ironía en el tiempo

HOMBRE - Quiero adquirir un compromiso. MUJER - ¿Un compromiso? ¿Por qué?
HOMBRE - El laboratorio que fabrica amor propio quebró hace unos meses, y anoche perdí el poco que me quedaba.
MUJER - Ya, claro. Yo nunca he tenido espejos en casa, así me ahorro esos problemas.
HOMBRE - ¡Ahora entiendo lo de tus cejas mal depiladas!
MUJER - No, lo de las cejas es por falta de pulso, que de eso sí padezco. Por el pulso y por el miedo.
HOMBRE - ¿Miedo? ¿Miedo a qué?
MUJER - Me refiero al compromiso.
HOMBRE - Es verdad, el compromiso... Todavía no lo he pensado. ¿No son felices los que viven comprometidos?
MUJER - Aparentemente sí, pero esconden cicatrices en los tobillos. HOMBRE - ¿Qué cicatrices? MUJER - Las que producen las cadenas. HOMBRE - ¿Los comprometidos están encadenados? MUJER - No exactamente: arrastran cadenas. HOMBRE - ¿Para qué? MUJER - Las llevan de un lado a otro, sin más. Suelen acabar bastante hartos de ellas. HOMBRE - Ah... MUJER - Pues nada, ve. HOMBRE - ¿Que vea qué? MUJER - Que vayas a arrastra tus cadenas, digo. HOMBRE - ¿Y cómo sé que serán las cadenas que busco? ¿Cómo tienen los eslabones? MUJER - De cristal, son muy pesadas y difíciles de transportar, porque has de intentar que no se rompa el cristal mientras andas, y también debes vigilar no cortarte con él. Se las conoce como cadenas ideales. HOMBRE - Entonces no serán tan terribles como dices... MUJER - Las llaman así, no porque sienten bién, sino porque los cristales contienen ideas. HOMBRE - ¿Qué son ideas? MUJER - Algo en lo que muchos creen. Yo nunca he tenido fe. Ideas, pocas veces. HOMBRE - ¿Tú nunca te has comprometido? MUJER -Yo nunca he tenido amor, y si lo he tenido, ha sido como uno de esos espejos que antes te decía. Algo que parece, pero que deja de serlo en cuanto aparece la imagen real, la de fuera del cristal.
HOMBRE - ¿Y no te gustaría comprometerte? Sin ideas, sin fe, sin amor, sin compromiso, lo único que te queda es tiempo. ¿Qué harás cuando se te acabe el tiempo? MUJER - No lo sé, siempre confío en lo que ha de venir, precisamente, porque nunca sé lo que será. HOMBRE - Yo quiero adquirir un compromiso, pero no tengo ideas y tampoco amor. ¿Cómo lo consigo? MUJER - Las ideas aprendiendo a bucear. Miras una cosa, cierras los ojos, tomas aire y te zambulles en su interior, hasta arrancarle el nombre que lleva grabado en lo más profundo. Ahí tienes tu primera idea. HOMBRE - ¿Y el amor? MUJER - Para eso tienes que aprender a volar o a trepar. Volar es más rápido, pero es peligroso. Trepar exige más esfuerzo, paciencia, ser sagaz y saber perdonar. Puede ser muy doloroso pero también es muy gratificante. HOMBRE - ¿Por dónde debería trepar? MUJER - Por un ente, masculino o femenino, tú eliges cúal. HOMBRE - ¿Y tú por qué no tienes amor? MUJER - Sufrí un empacho que me hizo aborrecerlo. HOMBRE - Entiendo. Supongamos que ya he aprendido a bucear, a volar y a trepar. ¿Cómo me pongo las cadenas? MUJER - Ante todo, debes ir a buscarlas. Pero puede que te descalabres en el intento. HOMBRE - Y, entonces... se acabó el compromiso. MUJER - Pero tu tiempo, no. HOMBRE - Me quedaré como tú. ¿Qué haces con tu tiempo? MUJER -Magia. HOMBRE - ¿Y qué consigues? MUJER - Nada. HOMBRE - ¿Entonces...? MUJER - Pierdo el tiempo. HOMBRE - ¿Te importaría perderlo con un amigo? MUJER - Eso siempre es un placer. HOMBRE - Perfecto, nos vemos mañana. MUJER - Hasta mañana entonces.

sábado, 2 de junio de 2007

Lo que vale más que mil palabras

Primero se esconde tímida, pero el rubor sólo le dura unos instantes. Luego es todo sonrisa, alegría, rugido. Haciendo honor a su nombre. Qué guapa, la peque.