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sábado, 23 de enero de 2010

Repita treinta y tres, dijo el doctor

Nunca pensé que llegar a esta edad me parecería tan poco. Es por comparar situaciones. Recuerdo el día en que mi madre cumplió los treinta tres. Era un día normal, de los de subir al colegio a las tres menos cuarto, con un "donete" en la mano (si tocaba, porque sólo había uno de premio a la semana) y equipada con mi súper chándal gris afelpado: día de saltar al potro y de engorrinarse por los suelos. Ese 4 de mayo alguien le dijo a mi madre, mientras comíamos sentados en una cocina que ya no es la de ahora, "ya tienes la edad de Cristo". Esa frase, ese momento de cotidianeidad absoluta, siempre ha tamborileado en mi cabeza. Entonces, a mis 9 años, ese número, el 33, era algo descomunal para mi diminuta vida. Tocarlo con los dedos, primero un tres y luego otro, se me antojaba algo casi inalcanzable. Era como si tuviera que vivir interminables aventuras hasta que mi pastel acojería todo ese número de velas. Qué grande me parecía mi pequeña madre ese día de mayo... Y aquí estoy hoy, 24 años después, envuelta por treinta y tres puntos de luz. Qué acrobáticos pasan los días.

4 comentarios:

Qae dijo...

Felicidades, bloguera. Que cumplas bastantes más. Besos desde la capital para sumar a todos esos regalos que seguro que te has merecido.

Natsuki dijo...

Gracias muchas, chico chapa.
Esto ya no tiene remdio: voy sumando años sin parar. ¿Quién me lo iba a decir...? ;-)))))
Más besos y, abrazos, también.

giselfust dijo...

que curiosas son las sensaciones, verdad? cuando entro en el que fue mi colegio, siempre lo pienso... cuantas horas pase en aquel edificio que veia gigante, esas escaleras grandes, anchas... y resulta que es todo chiquitin!!! me produce tanta curiosidad volver a sentir lo que sentia y recordarlo... Siempre pensaba que cuando tuviera 30 años, seria una mujer, con hijos, una casa con suelo de porcelanosa... jejeje (entonces se llevaba eso...) y resulta que tengo 32 y soy un "pingo"! pequeña, con sentimiento de juventud, sin hijos...por supuesto... y toooodo en mi casa es de ikea!!! pero soy feliz! es imposible imaginar de pequeña lo que, o como te sentiras, de mayor! eso lo he aprendido! ahora no se ni quiero saber como seré a los 50, solo quiero que lleguen!!!!

Natsuki dijo...

Bonita reflexión, Gisela!!!!
Pero es lo chulo de la vida, ¿verdad? Mirar hacia atrás, ver las mismas cosas pero desde otro punto de vista y darnos cuenta que siguen emocionándonos... ;-))))
Besos enormes, Ikea Girl!!! xDDDDD