Volverán a aparecer las líneas que delimitan lo que antes era blanco inmaculado y poco a poco se va tornando canela. La piel dorada se torna menos pornogrfica que en invierno, a pesar de su osadía calurosa. Desde que tengo uso de razón el sol ha estado ligado a mis mejores momentos: ritual playero con cubo, pala y flotador en ristre, los dedos arrugados, el bocata de sobrasada, la sandia en el tuperware, la nevera con los hielos azules, la nivea para todo, las esterillas, los agujeros misteriosos en la orilla, la espalda pelada, las pecas de la nariz, el calipo verde, el patinete, hinchando el colchón rojo y azul, las tapitas en el chiringuito, el yayo eternamente conmigo, con mis padres en el apeadero de Castelldefels, la yaya que nunca venía, Jordi y los parques acuáticos, el aftersun y la Barceloneta, los amigos de arena, mirando sin ver debajo del agua... En mi caso metaboliza felicidad.
1 comentario:
Te olvidaste de dar unas vueltitas nocturnas por la plaza del Tripi y la calle Rauric o la Plaza Real con cerveza en una mano, un porro en la otra y sandalia en pie... que saudade! Es que los bolivianos estamos más acostumbrados a la cerveza que a la playa.
Saludos desde la fría La Paz
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