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domingo, 19 de abril de 2009

Hoy era martes 19 de abril

Mi madre y yo. Verano de 1979.
Aquel día, hoy era martes. Recuerdo, casi aritméticamente, el viento que hacía, la posición de las nubes, mis manos tiesas, el estómago chico, mis ojos mustios, los tuyos mansos. Asida a los barrotes de la cama, derretida, gastada casi pero erguida, tú erre que erre... Igual las intuiciones son desvaríos quiméricos, autosugestiones vanas. Tal vez. Pero yo me desperté de golpe, mastiqué tu última respiración. Quebrada. Todo pizcas.
Desde aquel martes madrugador, me faltas en todo, pequeña traidora. En los cruasanes de mantequilla de la Plaza del Centro, desenmarañando a la Luna, reinventado recetas por teléfono, leer la Vogue conmigo y acertar el modelo que me gustaba, soprenderte por mis montañas de libros, subirme las cartas, tus riñas por mis horas en el baño, carcajeándote de los piropos imposibles, cuando me ponías el dedo sigilosamente en la nariz para ver si respiraba mientras dormía, tu saludo amarillo chillón de dónde están mis niñas, esos pies diminutos y tú libre en el mar, tu catarata de lágrimas para evaporar las mías...
Y últimamente, que diría Ismael, más, muchísimo más, al cubo casi. Te necesito aquí para ayudarme con el vestido de novia (sí, ¡la mitología ha vencido! ), verte reír con Carles, pensarle el traje, cafetear con Montse, organizarlo todo, emocionarnos juntas, los nervios luminosos, elegir las flores, las mesas, los invitados, tu vestido, echar de menos al papa, estremecerte un instante y trepar de nuevo, subir del brazo del yayo, runrunearme al oído, guiñarnos un ojo en plena jarana y...
Echarte tanto, tantísimo de menos.

11 comentarios:

OpenGT dijo...

Niña, me has arrancado dos lágrimas como dos puños...
Precioso, sencillamente precioso.
Que fácil es escuchar al corazón y que difícil es traducir en palabras sus susurros.

Sita dijo...

Qué te puedo dar, que no me sufras, decía la canción. Piénsalo por ella. Cada pensamiento es un regalo y tu corazón el papel más bonito. El envoltorio más honesto. ¿Cuantos creen que tienen amor y en realidad tienen cero? No todo el mundo tiene quien le piense todos los días del mundo. Piénsala en cada cosa que ocurra y en cada uno de los colores que vas a vivir. Y escríbelo. Sacraliza esos momentos y guárdalos contigo (y así con ella) para siempre.

Natsuki dijo...

Jaume, los días 19 y más si son de abril, aguas mil, me quedan pocas ganas de hacer cosas o, si las hago, tengo la cabeza más en otro sitio que aquí... ;-)
Espero que tus lágrimas sean emocionadas, ¡que no tristes!
Y sí, es complicado transformar en los toc-toc en palabras. Mucho. Pero una vez que empiezas, todo sigue, como de carrerilla :-D

Natsuki dijo...

Montse, bonita canción de Víctor y Ana, (es de ellos, ¿verdad?) :-)
Como Jaume, pero aquí al revés. Las lagrimillas son mías al leerte el consejo animoso :-p
Es curioso, pero me reconforta sobremanera pensarla y escribir, imaginarme que la tengo al lado, sentada en el sofá, ocupando sólo una mitad por lo diminuta que era. Y en la otra yo, pies con pies, yo con mis lecturas, ella con sus series de la tele, su costura o sus revistas....
Para siempre es demasiado tiempo, dijo alguien. Y tal vez sea cierto. Pero no con ella.
Y gracias mil, por estar al otro lado ;)

(Diego Loayza) Oneiros dijo...

¡Qué bueno tenerla de vuelta! Lindo homenaje que deja escapar unas, creo, buenas buenas noticias.

Felicidades bloggeras.

Martita dijo...

Ella te escucha, y te guía: y te ha dicho al oído, bajito, lo feliz que es, lo bien que te sienta ese mechón que cae sobre tu rostro, lo bellos que son esos zapatos blancos... Sólo hay que alejar la tristeza para oírlo y no dejar escapar sus consejos.
Algunos están más cerca, pero opinan menos, ayudan poco, se escudriñan en sus ideas antiguas para no prestar su apoyo, sus rarezas les impiden acompañarte.
Ella no está ausente, sino más cerca que nunca: en tu interior, del que nadie jamás volverá a arrancarla.

Natsuki dijo...

Compañero Diego!
Qué alegría tenerlo deambulando de nuevo por aquí! :-p
Pues sí, las buenas son que nos casamos en septiembre :-)
Y ahí andamos, liados con todo! ;-)

Abrazos primaverales!!!

Natsuki dijo...

Aishnnnn Martita!
¡Cómo me has hecho moquear (y no por el constipado que arrastro)! :P
La escucho y la busco cada día.
Y sí, seguramente lo más duro y empinado sea la cercanía de algunos y la poca o nula ayuda que ofrecen.
Pero... ces't la vie!
¿Quién dijo que sería fácil? ;-)

Besos mil

Anónimo dijo...

felicitaciones por el blog, me encanto encontrarlo.

Natsuki dijo...

Romina, es un placer tenerte por aquí. ¡Bienvenida! ;-)

P dijo...

La vida es esto. Prestémosle atención a los
detalles. Al calorcito humeante del pis, a sacar la basura, a viajar apretados
en colectivo. Si no disfrutamos eso, ¿qué nos queda?