De puntillas, te rodeo, me aprietas fortísimo, apoyo mi cabeza en tu pecho, te huelo, te hago mío, me susurras, levanto la barbilla, tu bajas la cabeza y se produce el milagro: nuestro beso. Y el tiempo se para.
Robert Frank, Sin título
¿Me estaré transformando y no quiero, como dijo Esther? Futbolera lo soy poco, lo sabéis. Pero no he visto afición mejor. ¡No paré de gritar! Si me viese Laporta... jejeje. Periquitos. Oeeeeeee!!!!!
Que sí, que hay momentos en que el rigor histórico me hizo fruncir el entrecejo: ¿democracia ateniense después del régimen totalitario espartano? (glups), un Jerjes dragqueeniano???, el discursito panfletario final de Leónidas... pero me lo pasé teta!!!!! Y me compraré el cómic. Sin City? Distintas. Id a verla. Y me decís.