El domingo me quedé bastante horrorizada por el 30 minuts de TV3: El club de les primes. Merece la pena que lo veáis si tenéis oportunidad. Así como también la infinidad de páginas pro ana y pro mia que podréis encontrar navegando por la red. Yo sigo espeluznada. Las franjas de edad cada vez se amplian más, abarcando edades que van desde los 10 a los 50 años como media. Hace treinta años la presencia de esta enfermedad era poco común. En África apenas existe. Aunque estos comportamientos son el resultado de decisiones íntimas, responsabilidad de las personas que las adoptan, llama poderosamente la atención su extensa y creciente difusión social. Tras la decisión personal de autoimponerse una dieta -puerta de acceso a una alimentación problematizada- operan factores sociales, hechos sociales, que impulsan a estos enfermos a actuar así. Se trata pues de una enfermedad muy grave. No es una tontería de adolescentes. Y luego viene Angelina Jolie y se tatua en el estómago la siguiente perla en latín: "quod me nutrit me destruit", u sease, "lo que me alimenta también me destruye" . Para sus fans adolescentes, gran ejemplo a seguir. Vamos bién...
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