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sábado, 26 de enero de 2008

Restos

Lo que había
Un fundido a negro.
Un hueco en el lado de tu cama, que mi vida ya no era mía, que no volvería a serlo. Dos teléfonos que odiaba, su ring, vibración pretérita de un ahogo constante. La estela que tus dedos dejaban en mi espalda, mientras dormía. La distancia entre tus brazos y mis hombros, el pocito perfecto entre mis clavículas, la ceniza, el humo, tus cigarros. El cajón siempre listo, por si la marea subía y las maletas viajeras. La piel radiante, es lo que tienen las lágrimas.

3 comentarios:

Qae dijo...

Un tema que es casi una propuesta: a pesar de que cuanto más caótica eres más bonito se te lee, ¿no sería mejor hacerle poemas al maraviloso futuro que será en vez de al triste pasado que fue? La felicidad, como los suspiros, crecen de dentro hacia fuera.

Natsuki dijo...

Tienes toda la razón o, al menos, parte de ella ;-)
Es que son como pieles muertas que me pululan por dentro. Y hay días que las oigo murmurar, me molestan y... las expulso.

más besos de los de antes (y más)

Anónimo dijo...

Piel radiante d lagrimas, d lagrimas nuevas, kn futuro y siempre kompartidas, km las mias! Ya sabes (ja saps el k).
Sisi, el kor al mig, xk es tan gran k no pot star a kap altre llok.
T' moltisim!!!!!!!!!