Iconografía

sábado, 17 de noviembre de 2007

El tercer dedo

Perezoso
Aye aye (no es un gremlin)
Armadillo pichiciego
Desde que tengo uso de razón me han fascinado los animales poco comunes: puedo quedarme horas muertas viendo documentales sobre ellos.
Descubro recientemente que los encantadores perezos, debido a su tremenda lentitud de movimientos, llegan a tener su piel recubierta por una especie de algas donde, además, albergan unos insectos que se alimentan de éstas. ¿Apreciáis cierta tonalidad verde en su pelaje? Son las algas.
Y el aye aye, del grupo de los lémures y el único superviviente de su familia, con una población que decrece a un ritmo alarmante, en parte porque los habitantes de Madagascar -lugar donde habita este extraño animal- le consideran una criatura endemoniada y muy peligrosa. Tanto es así, que circula el rumor de que si apunta a una persona con su tercer dedo, ésta muere poco después repentinamente y de modo horrible. Fíjate tú.
O el simpático armadillo llamado pichiciego, que desde 1970 está en la lista de especies en peligro de extinción: su hábitat desaparece por el avance de los cultivos, como sucede con tantas otras especies. Y ya está. Es que me parece maravilloso la ingente cantidad de cosas que nos rodean e ignoramos por completo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"...Seis especies desaparecen cada hora en el mundo por la acción del hombre...Cada día, 150 especies se extinguen.."

Al año, 54.750 especies (¿cuantos animales significa?)... parece mentira... pero es cierto... datos duros e innegables.

Y eso, sin contar las especies vegetales, para más decepción...

Todo, en cosa de unos 150 años a lo sumo... aquello que a la Naturaleza le ha costado unos 4.500 millones de años, desde el PROTEROZOICO, cuando se formaron las primeras células, algas, bacterias, restos carbonosos de origen orgánico... hasta hoy...

Lamentable...

Natsuki dijo...

Pues sí, es muy triste... :-(

(Diego Loayza) Oneiros dijo...

Creo que ese lémur (Gremlin) tiene en su árbol genealógico algún hombre que no se aguantó a acelerar la hibridación posdarwiniana... qué se yo, algún comentarista deportivo, diputado o profesora de religión

Natsuki dijo...

Diego, ¡pero si es un encanto de bichejo!
Ahora que lo miro, tiene cierta expresión de susto y de estreñido.
La religión, debe ser eso, que transforma... ;-)