Iconografía

sábado, 9 de febrero de 2008

Tal vez, parecido a Holden Caufield

Alicia en las ciudades (1974), de Wim Wenders
Leo en la edición digital de El País, que Polaroid va a dejar de fabricar el cartucho de sus cámaras instantáneas: la era digital arrasa, incluso con una cámara que se mantuvo, durante décadas, como auténtico objeto de culto. Y he recordado la película de uno de mis directores joya (el de entonces, no el de ahora): Wim Wenders y sus viajes reveladores: Alicia en las ciudades.
El protagonista, un periodista alemán sumido en una etapa de nula inspiración, decide escapar a Estados Unidos con una Polaroid como única herramienta de viaje. Tanto llegará a suponer para él, que llegarán a ofrecerle más por ella que por su destartalado coche. La cobardía y el miedo de mirar a la vida directamente, quedan patentes en su adicción a la Polaroid. Pero después de su regreso a Alemania, deja de hacer fotos y vuelve a su tradicional cuaderno de viaje. La pequeña y deliciosa Alicia tendrá gran parte de culpa en ese cambio de actitud de Phil: aprenderá el valor del afecto, de las personas, de los lazos que unen.
El resto, ya es otra historia que merece la pena descubrir.

2 comentarios:

Qae dijo...

Ahora yo quiero más pero también veo más las cosas a través de mi cámara. ¿Qué puedo hacer, N.?, ¿Tengo alguna solución?

Natsuki dijo...

El vicio de mirarlo todo a través de una minúscula redonda (entonces, hoy pantallas de LCD de 2'5 pulgadas) no tiene remedio, va a peor, cada día.
No tengo pastillita azul como solución.
El mejor remedio: que sigas dándole al click, una y otra vez. Y que yo las vea. Si quieres ;-)